Madre, madre, tú me besas
pero yo te beso más.
Como el agua en los cristales,
caen mis besos en tu faz.
Te he besado tanto, tanto
que de mí cubierta estás
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar.
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear:
Cuando tú, a tu hijito escondes
no te deja ni mirar.
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear:
Cuando tú, a tu hijito escondes
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